Michael Jackson ha sido uno de las grandes referencias musicales de la música contemporánea. Y ese quizá haya sido su gran problema; haber estado tan arriba, le ha podido crear una enfermedad, de la que cada vez dudo más que se pueda recuperar, sobre todo porque en el fondo es un ser humano, y parece demasiado frágil. No debemos tratar a los músicos como estrellas.

Aún recuerdo mi primer gran concierto. Fue en septiembre de 1992 en Oviedo, y yo tenía 17 años. En aquel momento vi a un Jacko que aunque todavía estaba en forma, comenzaba ya su cuesta abajo. De él depende que esa caída sea más o menos brusca. Cuando no se pueden vender 40 millones de copias de un album, lo ideal sería adaptarse a la situación y comprender que también está de lujo vender dos millones.

Sú último álbum de estudio se publicó en 2001, Invincible. Era toda una declaración de principios, a la que por el momento no está haciendo frente.

Michael acaba de desmentir que se reunirá con sus hermanos en Jackson 5 en 2009, porque está centrado en su próximo álbum de estudio. Han sonado un montón de productores y colaboraciones, pero lo cierto es que el nuevo disco no acaba de llegar.

En mi opinión es complicado que Jackson levante el vuelo, pero la esperanza es lo último que se pierde.

Os dejo con el making of del videoclip de Give in to me, grabado con Slash en Berlín en la década de los 90.